Pinochet, la campaña electoral en la que la oposición lo derrotó

Carlos Ramirez Lopez
5 min readApr 24, 2024

Carlos Ramírez López @CarlosRamirezL3 @DrLeyCRL

Venezuela, Venezuela, la alegría ya viene. Edmundo González y María Corina representan la esperanza.!

Augusto Pinochet entronizado durante ocho años como el terrorífico dictador de Chile con una oposición destruida, dividida y en clandestinidad creyó llegado los tiempos de desprenderse de la mala fama convocando a un referéndum para que el pueblo votara por su continuación en el poder por ocho años más. Las opciones para emitir el voto eran muy simples: para aprobar que extendiera su mandato y No para regresar a la democracia dentro del año siguiente.

No obstante sus desacuerdos y peleas, la oposición logró ponerse de acuerdo, esta es la historia:

La oposición unida participó

Ya lanzado por la idea de la consulta, el dictador legalizó algunos partidos de oposición que se unieron en una plataforma que denominaron “Concertación por el NO” , a esta se le permitió apenas 15 minutos diarios de campaña en la televisión y, para sacarle máximo provecho, estos opositores formaron un comité con sociólogos, publicistas, artistas y políticos de renombre y elaboraron una brillante campaña propagandística basada en la alegría del regreso a la democracia que se resumía en la idea: “Vota NO para tener elecciones democráticas”. Todo muy “light”, nada de consignas estridentes sino, por el contrario, utilizaron una sutil programación con noticias, humor, editoriales. Todo muy bien estudiado por los expertos.

CHILE, CHILE, LA ALEGÍA YA VIENE https://youtu.be/moKI_NTqSg0

Los mensajes eran en positivo resumidos en el eslogan principal de aquella muy dificil campaña opositora: “Chile, Chile, la alegría ya viene”. Mientras la apabullante publicidad del régimen se basó en el miedo a regresar al país de escasez, muertes y otras calamidades de cuando Salvador Allende.

¿Que tal si copiamos aquella experiencia? con un himno similar: “Venezuela, Venezuela, la alegría ya viene”. Por supuesto que los venezolanos tenemos talentos de a montones para elaborar una adaptación hasta mucho mejor, pero esta idea base podría servirnos mucho.

Aquella frágil oportunidad que la oposición chilena aprovechó al máximo llenó a la gente de tal entusiasmo que acorraló los propósitos continuistas de la dictadura, y esto sumado a un episodio circunstancial puso fin a aquel terrible período y devolvió al país la paz, el bienestar de la democracia.

Por supuesto que esta no es toda la historia, hay una anécdota a la que muchos le atribuyen haber sido determinante para el desenlace definitivo pero de no haber ocurrido lo anterior tampoco los hechos que seguidamente se narran se habrían producido

Accidente o propósito

Llegó el día de las votaciones y el resultado fue apabullante: 97% de los inscritos fue a votar. Al final de la tarde y cerradas las mesas comenzaron a dar los resultados en favor del , pero en la medida que avanzaban las horas los boletines se iban haciendo más escasos y contradictorios. Reinaba la confusión en medio de una gran expectativa que terminó con una inesperada revelación de uno de los jefes militares, el comandante de la Fuerza Aérea, General Fernando Matthei, quien pasaba por un pasillo del Hotel Galería donde se encontraban muchos observadores extranjeros, y un locutor de televisión que allí se encontraba lo paró haciéndole la pregunta al aire: “¿General que está pasando que no se dan a conocer los resultados?” La respuesta que acabó con todo fue textualmente esta: “Me parece que realmente ganó el No. Al menos para mí, yo lo tengo bastante claro”.

Según historias posteriores, Pinochet, enfurecido, habría firmado y entregado un decreto al general para que lo firmara, en el que se anulaban los resultados y este se negó y lo habría roto. Eso quedó como una leyenda popular, pero lo cierto es que nadie pudo negar los resultados que el general había reconocido en televisión lo cual nunca se supo si fue solo una casualidad de su pase por aquel lugar o el resultado expreso de un propósito.

Se terminó la dictadura

Un año después de aquellos resultados plebiscitarios, y en su acatamiento, en el año 1988 se efectuaron elecciones que ganó el Demócrata Cristiano Patricio Aylwin, quien participó como candidato de la Concertación de Partidos por la Democracia integrada por 17 movimientos políticos opositores a la dictadura y quien tuvo que aceptar a Pinochet como jefe del Ejército por ocho años más y con garantía de inmunidad judicial. Pero su final fue aterrador. Una orden de detención que le dictó el entonces juez de España, Baltasar Garzón, fue ejecutada estando el dictador de visita en Londres y después de una larga batalla judicia, por razones de salud le permitieron regresar a Chile donde de todas maneras fue puesto en arresto domiciliario mientras debió enfrentar juicio penal por sus crímenes. Y así, en diciembre de 2006 terminó sus días en medio de aquella tormenta acusatoria el otrora poderoso dictador. Murió en diciembre de 2006 dejando pendiente 330 cargos criminales por distintos delitos durante su gestión criminal.

Queda la pregunta para quien pudiera verse en ese espejo: ¿le valió la pena a Pinochet haberse sentido poderoso como dictador para terminar sus días en aquel infernal tormento?

That is the question

En estos momentos la oposición venezolana por fin pareciera haber entendido la situación. Primero se puso de acuerdo para elegir candidatura única mediante referéndum popular y luego en sortear todos los obstáculos que el gobierno interpuso para boicotearles. Impidieron la participación de María Corina Machado quien lidera ampliamente las preferencias del pueblo. Luego descaradamente se le impidió el registro de Corina Yoris a quien María Corina Machado escogió para sustituirla, unido a esto el gobierno infectó el boletón electoral con imágenes de las tarjetas de los partidos opositores intervenidos y entregadas a los llamados “alacranes”. Y así todas la artimañas iban camino a no permitir la candidatura única de oposición hasta que por presión internacional incluso de aliados como Lula y Petro, aceptó como tal al diplomático Edmundo González Urrutia, y por allí se anima la idea del cambio

Venezuela, Venezuela, la alegría ya viene. Edmundo González y María Corina representan la esperanza.!

Este artículo es una adaptación de otro que publiqué en fecha anterior al cual puede accederse mediante el siguiente enlace:

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Carlos Ramirez Lopez

Abogado Venezolano litigante con 40+ años de experiencia. Especialista en Derecho Procesal, Penal, Civil y Constitucional. Estudios en Cortes Internacionales.